
Existen prendas que jamás pasan de moda. Esto mismo a ocurrido con el pañuelo. Los pañuelos son una de las prendas más clásicas de la historia que durante la misma han sido usados de mil y una maneras.
Fue a partir de 1930 cuando este complemento tomó partida en el mundo de la moda en el momento que la firma Hermès hizo famosos sus exclusivos diseños de seda con llamativos colores y estampados. El pañuelo pasó por la cabeza, el cuello y hasta la cadera a modo de pareo y durante las décadas de los 50’s y 60’s adquirieron un glamour especial gracias a grandes divas de Hollywood como Audrey Hepburn o Grace Kelly.

Hoy en día este complemento también es conocido dentro del universo fashion como neckerchief. Se dice de él que es la «evolución del choker en forma de pañuelo». No es más que un pequeño pedazo de tela que suma puntos convirtiendo un sencillo outfit en una combinación inspiradora. Generalmente los encontrarás con un tamaño más bien pequeño, cortos, cuadrados y estampados, un poco al estilo cowboy o scout. Uno de los favoritos por excelencia es el típico noventero de color rojo o azul y estampado en blanco.
Es importante que el largo del pañuelo concuerde con nuestra estatura y proporciones. Su principal aliado son los tops con los hombros al descubierto y las camisas.
Puedes marcar la diferencia en la imagen que quieras transmitir dependiendo de la forma en que lo ates, el color o el tejido que elijas:
– Anudándolo a un lateral conseguirás un look más sofisticado, dulce y romántico.
– Si lo que prefieres es una imagen seria y formal, elige tejido de seda y del mismo tono que el resto de tu outfit.
– Para un look algo más informal, átalo con un pequeño nudo dejando que caiga el pico por la parte delantera.
Te invitamos a usar esta tendencia no es una apuesta demasiado arriesgada, es fácil de llevar, y apta para diferentes estilos .